Los trastornos del sistema urinario tienen una elevada incidencia y suelen comprometer la calidad de vida del afectado. Veamos las más comunes.
1 de cada 3 mujeres sufre al menos una infección de orina a lo largo de su vida, la incidencia de los cálculos renales va en aumento, la incontinencia urinaria es una afección que sufren muchas personas mayores, etc.
Las enfermedades que afectan al sistema urinario tienen una elevada prevalencia en la población y, aunque algunos trastornos se resuelven rápidamente, otros son padecidos a lo largo de toda la vida.
Las vías urinarias conectan con el medio exterior, por lo que es posible sufrir el ataque de patógenos que nos infectan y nos producen enfermedades. Además, debido a trastornos genéticos o al propio envejecimiento de este aparato, es posible que desarrollemos afecciones que comprometen su funcionalidad.
En este artículo haremos un repaso de las 10 enfermedades urológicas más comunes, detallando tanto sus causas como sus síntomas, así como los tratamientos disponibles.
¿Qué es una enfermedad urológica?
Una enfermedad urológica es todo aquel trastorno que compromete la funcionalidad de alguno de los componentes del sistema urinario: riñones, uréteres, vejiga y uretra.
A grandes rasgos, el sistema urinario funciona de la siguiente manera. Los dos riñones, ubicados uno a cada lado de la columna vertebral y por debajo de las costillas, se encargan de filtrar toda la sangre del organismo, eliminando las sustancias presentes en ella que resultan tóxicas para el cuerpo. Los riñones generan la orina, en la que se encuentran todos estos componentes que deben ser eliminados del cuerpo mediante la micción.
Los uréteres son unos conductos que salen de los riñones y que conducen la orina hasta la vejiga, una especie de cavidad en la que se almacena esta orina. Posteriormente, en el momento en el que la cantidad de orina es suficiente para poder realizar una buena micción, la orina sale de la vejiga a través de la uretra, un conducto que comunica con el exterior para que esta sea eliminada.
Todos estos componentes son susceptibles de padecer tanto trastornos como infecciones, que pueden derivar en enfermedades de mayor o menor gravedad. Las afecciones urológicas más graves serán aquellas que impidan que las sustancias tóxicas del cuerpo sean eliminadas a través de la orina.
De todos modos, la mayoría de las enfermedades, pese a no ser muy graves, sí que suelen comprometer la calidad de vida de los afectados. Por ello es importante conocer cuáles son las enfermedades urológicas más frecuentes.
¿Cuáles son las enfermedades urinarias más frecuentes?
Por regla general, las enfermedades urológicas suelen afectar más a mujeres que a hombres. Esto en parte se debe a la naturaleza de los órganos reproductores, pues las mujeres están más expuestas al ataque de patógenos ya que su uretra es más corta.
De hecho, después de las patologías psiquiátricas, las enfermedades urológicas son el grupo de trastornos que afectan más a la calidad de vida de las mujeres.
De todos modos, en mayor o menor medida, toda la población es susceptible de padecer alguna de las siguientes enfermedades. Conociendo sus causas, síntomas y tratamientos es posible reducir la incidencia de estas afecciones.
1. Cistitis
La cistitis es una de las enfermedades urológicas más comunes y consiste en una inflamación de la vejiga debido a una infección bacteriana. Por ello, suele conocerse como “infección de orina”.
Por lo tanto, la causa de este trastorno es la colonización de la vejiga por parte de una especie bacteriana patógena, aunque a veces puede surgir como complicación derivada de otra enfermedad, por la reacción a algunos medicamentos o por recibir tratamientos contra el cáncer.
Es mucho más común en mujeres que en hombres y la sintomatología es la siguiente:
Dolor al orinar
Necesidad constante de orinar
Molestias pélvicas
Fiebre baja
Presión en el abdomen inferior
Turbidez en la orina
Orina con mal olor
Hematuria (sangre en la orina)
Micciones con pequeña cantidad de orina
El tratamiento más común consiste en la administración de antibióticos, pues suelen tener un origen bacteriano.
2. Prostatitis
a prostatitis es una enfermedad urológica exclusiva de los hombres ya que solo ellos disponen de próstata, la glándula que produce el semen, el líquido que nutre y transporta los espermatozoides. Cuando esta se inflama, hablamos de prostatitis.
La causa suele ser una infección bacteriana, aunque muchas veces se desconoce el motivo por el que aparece este trastorno.
Los síntomas más comunes de la prostatitis son los siguientes:
Dolor al eyacular
Dolor al orinar
Turbidez en la orina
Incomodidad en los testículos
Necesidad constante de orinar
Hematuria (sangre en la orina)
Turbidez en la orina
Dolor abdominal
Si la prostatitis es debida a una infección bacteriana, el tratamiento consistirá en la administración de antibióticos. El médico podrá recetar antiinflamatorios para aliviar el dolor.
3. Uretritis
La uretritis es una enfermedad urológica caracterizada por una inflamación de la uretra, el conducto que conduce la orina desde la vejiga hasta el exterior. La principal causa es una infección por parte de bacterias u hongos, aunque algunos virus también pueden provocarla.
Suele estar causada por patógenos de transmisión sexual como la clamidia, la gonorrea o el virus del herpes simple, que colonizan las paredes de la uretra.
Los principales síntomas de la uretritis son:
Secreciones por la uretra
Dolor durante las relaciones sexuales
Dolor al orinar
Sangre en la orina y en el semen
Fiebre
Escalofríos
Flujo vaginal inusual
Dolor pélvico
El tratamiento consistirá en tratar la infección, por lo que si es de origen bacteriano, los antibióticos serán efectivos. También es posible que se receten analgésicos para aliviar el dolor.
4. Cálculos renales
Los cálculos renales, popularmente conocidos como “piedras en el riñón”, son unos depósitos duros de minerales que se forman dentro de los riñones a consecuencia de la cristalización de los componentes de la orina.
Las principales causas son la falta de hidratación (la orina está más concentrada), las dietas ricas en proteínas, sal y azúcar, la obesidad, sufrir enfermedades digestivas, etc.
Si el cálculo renal tiene un pequeño tamaño puede ser expulsado sin dolor a través de la micción. El problema viene cuando tienen un tamaño superior a los 5 milímetros y no pasan a través de los uréteres, por lo que eliminarlos puede ser muy doloroso e incluso requerir de cirugía.
Los síntomas aparecen cuando la “piedra” intenta viajar de los riñones a la vejiga a través de los uréteres y son los siguientes:
Dolor intenso debajo de las costillas
Dolor al orinar
Necesidad constante de orinar
Micciones en pequeñas cantidades
Orina turbia o de color rojizo con olor desagradable
Náuseas y vómitos
El tratamiento de estos cálculos renales consiste en administrar antibióticos si la “piedra” provoca infecciones o cirugía si no puede ser expulsada de forma natural.
5. Incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es un trastorno urológico que compromete en gran medida la vida de los afectados, pues la persona pierde el control de la vejiga, algo hace que no controle los impulsos de orinar.
Está causada por muchos trastornos distintos, por lo que realmente esta incontinencia es más bien un síntoma de que algo en nuestro interior no va bien: alcoholismo, tabaquismo, cáncer de próstata, tumores en las vías urinarias, sobrepeso, infecciones urológicas, etc.
El síntoma principal es que el afectado no controla las ganas de orinar, por lo que puede ser que pierda orina cuando tosa, ría o estornude e incluso que no le dé tiempo de llegar al baño cuando siente la necesidad. Es un problema frecuente que afecta a la calidad de vida, pues la persona suele sentir vergüenza de su afección.
Ocurre generalmente a una edad avanzada y el tratamiento dependerá de la causa de fondo, por lo que hay muchas terapias que se pueden aplicar. Generalmente, el fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico, medicamentos anticolinérgicos (calman la vejiga hiperactiva), la implantación de dispositivos médicos, la cirugía, etc, son los métodos más utilizados.
De todos modos, pese a que puede tratarse, lo mejor es la prevención. Evitar el sobrepeso, realizar ejercicio físico, no beber demasiado alcohol ni tomar mucha cafeína, no fumar e incluir la fibra en la dieta son algunos de los mejores consejos para reducir la probabilidad de desarrollar este trastorno.
6. Nocturia
La nocturia es un trastorno urológico muy común, especialmente en personas mayores, que consiste en tener que despertarse varias veces por la noche para orinar. Esto hace que el afectado no descanse, apareciendo problemas de la salud derivados de la privación de sueño.
Suele ser más frecuente en mujeres mayores a causa de una menor capacidad de la vejiga, algo que se acrecienta con la menopausia y si la persona sufre hipertensión arterial. También puede ser causada por infecciones urológicas, insuficiencia renal, abuso de cafeína y alcohol, beber muchos líquidos antes de dormir, etc. Todo esto conduce a una poliuria, que es la producción excesiva de orina.
El tratamiento consiste en restringir la ingesta de líquidos y eliminar el café y el alcohol, pues son diuréticos. También se pueden administrar anticolinérgicos, los cuales reducen la actividad de la vejiga.
7. Pielonefritis
La pielonefritis es una enfermedad urológica caracterizada por una infección que empieza en la vejiga o la uretra pero que se extiende a los riñones, provocando distintos trastornos renales.
La principal causa es haber sufrido una cistitis o una uretritis y que estas no fueran tratadas correctamente, permitiendo que los patógenos llegaran a los riñones. La principal sintomatología de una pielonefritis es la siguiente:
Necesidad constante de orinar
Dolor al orinar
Escalofríos
Fiebre
Hematuria (sangre en la orina)
Sangre en el semen
Náuseas y vómitos
Turbidez en la orina
Esta enfermedad debe ser tratada rápidamente, pues de lo contrario puede derivar en una insuficiencia renal grave o en una bacteriemia, que consiste en el paso de las bacterias a la sangre. Estas dos complicaciones son potencialmente mortales. Por ello, el tratamiento con antibióticos debe ser iniciado con urgencia.
8. Insuficiencia renal
La insuficiencia renal es una enfermedad urológica caracterizada por una repentina (insuficiencia aguda) o paulatina (insuficiencia crónica) pérdida de la capacidad depurativa de los riñones.
Las causas de esta enfermedad son variadas: traumatismos renales, cálculos renales, problemas circulatorios, insuficiencia cardíaca, elevada presión arterial, etc.
Los síntomas más comunes son los siguientes:
Disminución del volumen de orina durante la micción
Hinchazón en extremidades inferiores
Fatiga y debilidad
Dificultad para respirar
Náuseas
Presión en el pecho
Desorientación
En los casos más graves de degeneración renal pueden surgir complicaciones tales como convulsiones, coma e incluso la muerte a causa de no poder depurar la sangre.
No hay cura para esta enfermedad. Una vez ha empezado la degeneración de los riñones, no se puede revertir el daño. Lo que sí que hacen los tratamientos es retrasar el deterioro, cosa que se consigue reduciendo la presión arterial y el colesterol y regulando los niveles de azúcar en sangre.
Cuando los riñones ya no puedan funcionar, el tratamiento consistirá en un trasplante de riñón o en una terapia por diálisis, una máquina que elimina artificialmente los desechos del cuerpo.
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9. Síndrome nefrótico
El síndrome nefrótico es una enfermedad urológica caracterizada por una eliminación excesiva de proteínas en la orina. Está debida a daños en los vasos sanguíneos de los riñones, que hacen que las células renales encargadas de la filtración no sean capaces de retener las proteínas y estas acaben siendo eliminadas como si de un desecho se tratara.
Las causas más comunes son padecer otras enfermedades renales, consumir muchos medicamentos o sufrir infecciones, especialmente la hepatitis.
Los síntomas más comunes del síndrome nefrótico son:
Orina espumosa
Hinchazón en ojos y pies
Aumento de peso
Pérdida de apetito
Fatiga
El tratamiento consistirá en solucionar la enfermedad que haya causado el síndrome nefrótico. De todos modos, el médico recetará medicamentos para controlar la presión arterial, diuréticos, anticoagulantes, supresores del sistema inmune, etc.
10. Cáncer de vejiga
Cada año se diagnostican en el mundo 549.000 nuevos casos de cáncer de vejiga, convirtiéndolo en el decimoprimer cáncer más frecuente. Se desarrolla en las células uroteliales de la vejiga y suele afectar más a hombres que a mujeres.
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Las causas más frecuentes de este cáncer son el tabaquismo, la exposición a dosis elevadas de radiación o de compuestos químicos, irritación crónica de la vejiga e infecciones.
Los síntomas más frecuentes de este cáncer son:
Hematuria (presencia de sangre en la orina)
Poliuria (necesidad de orinar muchas veces al día)
Dolor pélvico
Dolor durante la micción
Dolor de espalda
El tratamiento dependerá de la fase en la que se encuentra el cáncer y de la propia persona, por lo que el médico elegirá entre quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, etc.
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