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Terapia intravesical para el cáncer de vejiga

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Con la terapia intravesical, el médico administra un medicamento líquido directamente en su vejiga en lugar de suministrarlo por la boca o inyectarlo en su sangre. El medicamento se administra por un catéter blando que se coloca en la vejiga a través de la uretra. El medicamento permanece en la vejiga durante un máximo de 2 horas. De esta manera, el medicamento puede afectar las células que revisten el interior de su vejiga sin tener efectos importantes en otras partes del cuerpo.

¿Cuándo se usa la terapia intravesical?

Después de la TURBT

La terapia intravesical se usa comúnmente después de la resección transuretral del tumor de vejiga (TURBT). A menudo se hace dentro de las 24 horas del procedimiento TURBT. Algunos expertos creen que debe hacerse dentro de 6 horas. El objetivo es destruir cualquier célula cancerosa que pueda quedar en la vejiga.

Para tratar el cáncer de vejiga no invasivo

Estos cánceres sólo se encuentran en el revestimiento de la vejiga. Se les puede llamar cánceres de vejiga no invasivos (etapa 0) o mínimamente invasivos (etapa I). Estos cánceres no se han propagado a capas más profundas de los músculos de la pared vesical ni a otras partes del cuerpo. La quimioterapia intravesical se usa para estos cánceres en etapas tempranas, ya que los medicamentos que se administran de esta manera afectan principalmente a las células que revisten el interior de la vejiga con poco o sin ningún efecto a las células localizadas en otros lugares. Esto significa que cualquier célula cancerosa que se encuentre fuera del revestimiento de la vejiga, incluyendo a cualquiera que haya crecido profundamente en la pared de la vejiga, no es tratada con terapia intravesical. Los medicamentos que se administran en la vejiga tampoco pueden alcanzar las células cancerosas que se encuentran en los riñones, los uréteres y la uretra, o aquellas que pudieran haberse propagado a otras partes del cuerpo.

Una dosis de quimioterapia intravesical podría ser el único tratamiento necesario para los cánceres no invasivos.

Los cánceres de vejiga de bajo riesgo no invasivos (de bajo grado) crecen lentamente. Pueden tratarse con una dosis de quimioterapia intravesical después de la TURBT. Se emplea para ayudar a evitar que regrese el cáncer.

La quimioterapia intravesical o la inmunoterapia pueden utilizarse para cánceres de vejiga no invasivos intermedios. Algunos estudios sugieren que la inmunoterapia es más eficaz. Se administra una vez a la semana durante 6 semanas, y se puede repetir por otras 6 semanas si es necesario. A esto se le llama terapia de inducción. Después de un descanso de 4 a 6 semanas, los tratamientos de mantenimiento se llevan a cabo por lo menos 1 año.

Los cánceres de vejiga no invasivos de alto riesgo pueden ser de crecimiento rápido (de alto grado), grandes o puede haber más de un tumor. Estos cánceres se tratan con inmunoterapia intravesical de inducción. Si hay una buena respuesta a la terapia de inducción, se continua con la inmunoterapia intravesical de mantenimiento por 3 años.

Los programas de tratamiento de la inmunoterapia intravesical de mantenimiento varían. Por ejemplo, el tratamiento se puede realizar durante 3 a 6 semanas cada mes, cada 3 meses, o dos veces al año. Este tratamiento se puede administrar de 1 a 3 años. Su médico hablará con usted sobre el mejor plan basándose en los detalles del cáncer de vejiga y cómo responde al tratamiento.

Para tratar los cánceres de vejiga invasivos en etapas más avanzadas

Se administra una dosis de quimioterapia intravesical dentro de las 24 horas de la TURBT. Sin embargo, otros tipos de tratamiento son generalmente los siguientes para los cánceres de vejiga en etapa II a IV (2 a 4), ya que estos se han extendido fuera de la capa de revestimiento de la pared de la vejiga.

A veces se utiliza la inmunoterapia intravesical de inducción y de mantenimiento después de la radioterapia y la quimioterapia sistémica (en la sangre) para los cánceres en etapa II si no se puede realizar una cirugía. Pocas veces se emplea para la etapa III. Cuando se utiliza, se emplea junto con otros tratamientos en casos donde la cirugía no se puede hacer. Los cánceres de vejiga en etapas IV rara vez se tratan con terapia intravesical.

Tipos de terapia intravesical

Existen dos tipos de terapia intravesical:

Inmunoterapia
Quimioterapia

Inmunoterapia intravesical

La inmunoterapia causa que el sistema inmunitario del cuerpo ataque a las células cancerosas.

La terapia del bacilo de Calmette-Guérin (BCG) es la inmunoterapia intravesical más común para el tratamiento del cáncer de vejiga en etapa inicial. Se emplea para ayudar a evitar que el cáncer crezca y para ayudar a evitar que regrese.

BCG es un germen que está relacionado con el germen que causa la tuberculosis (TB), pero usualmente no causa una enfermedad grave. Se administra directamente en la vejiga a través de un catéter. Llega a las células cancerosas y «activa» el sistema inmunitario. Las células del sistema inmunitario son atraídas a la vejiga para que ataquen a las células cancerosas. El BCG debe entrar en contacto con las células cancerosas para que sea eficaz. Esta es la razón por la que se utiliza para la terapia intravesical.

El tratamiento con BCG puede causar una amplia gama de síntomas. Es común tener síntomas parecidos a los de la influenza (gripe), como fiebre, dolor, escalofríos y fatiga que pueden durar de 2 a 3 días después del tratamiento. También es común que cause una sensación de ardor en la vejiga, la necesidad de orinar a menudo, e incluso sangre en la orina. En pocas ocasiones, el BCG se puede propagar a la sangre y por el cuerpo, lo que causa una infección grave. Esto puede suceder incluso años después del tratamiento. Un signo de esto puede ser una fiebre alta que no se alivia con Tylenol o medicamentos similares. Si esto sucede, llame a su doctor de inmediato. Es posible que desee llamar al consultorio médico para preguntar acerca de otros efectos secundarios graves a los que debe prestar atención.

Quimioterapia intravesical

Para este tratamiento, se administran medicamentos de quimioterapia (quimio) directamente en la vejiga a través de un catéter. Estos medicamentos destruyen activamente las células cancerosas en crecimiento. Muchos de estos mismos medicamentos también se pueden administrar sistémicamente (usualmente por vena) para tratar las etapas más avanzadas del cáncer de vejiga. La quimioterapia intravesical se utiliza con mayor frecuencia cuando la inmunoterapia intravesical no surte efecto. Rara vez se emplea por más de un año.

La solución de quimioterapia podría calentarse antes de suministrarla en la vejiga. Algunos expertos creen que esto hace que el medicamento funcione mejor y ayuda a que alcance las células cancerosas. Cuando la quimio se calienta, se puede llamar terapia intravesical hipertérmica.

La mitomicina es el medicamento que se usa con más frecuencia en la quimioterapia intravesical. Administrar mitomicina en la vejiga calentando el interior de la vejiga, es un tratamiento llamado terapia electromotriz con mitomicina, que puede funcionar incluso mejor que la administración de mitomicina intravesical de la manera usual.

La gemcitabina puede causar menos efectos secundarios que la mitomicina y es menos probable que sea absorbida en la sangre.

Si la terapia con BCG deja de surtir efecto, el valrubicin se puede utilizar, pero no todos los expertos están de acuerdo con este tratamiento.

Los efectos secundarios principales de la quimioterapia intravesical son la irritación, una sensación de ardor en la vejiga, y sangre en la orina.

Una ventaja principal de administrar quimioterapia directamente en la vejiga en lugar de inyectarla en el torrente sanguíneo es que los medicamentos usualmente no alcanzan y afectan a otras partes del cuerpo. Esto ayuda a las personas a evitar muchos de los efectos secundarios relacionados con la quimioterapia.

cancer.org