En primer lugar te preguntarán si estás de acuerdo con someterte a la cistoscopia, y la prueba puede realizarse con un cistoscopio flexible en la consulta en ese mismo momento, si lo que interesa es sólo observar el interior de la vejiga unos pocos minutos o incluso tomar una biopsia. Pero si hay que realizar alguna técnica quirúrgica será necesario que firmes un consentimiento escrito y se realice en quirófano bajo anestesia, para que no sientas ningún dolor durante toda la intervención.
La anestesia puede ser de tres tipos: general, regional o local. Lo más frecuente es que se realice con anestesia regional siempre que sea posible. Para ello te practicarán una pequeña punción en la espalda para anestesiar directamente las raíces nerviosas de la médula espinal. De este modo, las vías urinarias a intervenir no tendrán sensibilidad y estarás despierto todo el tiempo, aunque pueden sedarte para que estés más relajado. La anestesia local no es útil en este tipo de prueba, pero la anestesia general sí puede utilizarse en ocasiones.
Antes de introducir el cistoscopio, se desinfectarán los genitales y el orificio de entrada de la uretra. Te cubrirán con una sábana quirúrgica para limitar la zona. Se suele lavar el interior de la uretra con un antiséptico líquido, que además lleva un poco de anestesia, para así insensibilizar las paredes de la uretra.
Es entonces cuando el urólogo introduce por la uretra el cistoscopio. Puede resultarte muy molesto e incluso doloroso en un primer momento. La cámara permite visualizar el interior de la vejiga y, al mismo tiempo, se introduce suero fisiológico dentro de la vejiga para distenderla. Cuando la vejiga se llena de suero es normal que sientas muchas ganas de orinar.
Los instrumentos que se introducen dentro de la vejiga son muy variados: pinzas, tijeras, asas de coagulación, etcétera. Con ellos el urólogo conseguirá solucionar el problema que exista. Toda la intervención se graba en vídeo para que pueda ser visualizada después por el médico o por ti mismo. Si la prueba es una biopsia será suficiente utilizar unas pinzas que atrapen un trocito de la mucosa interna de la vejiga, y podrás sentir un pinchazo breve en ese momento.
Cuando se termina la intervención se extrae el cistoscopio. Es normal que la uretra permanezca dolorida durante unas horas, e incluso que se orine algo de sangre durante unos días.