El virus puede permanecer oculto y activarse en cualquier momento
El herpes genital es una enfermedad bastante extendida y que consiste en una infección que se transmite mediante relaciones sexuales. El causante de esta infección es un virus que una vez está en el cuerpo de una persona puede permanecer oculto y activarse en cualquier momento. También puede aparecer varias veces a lo largo del tiempo.
El principal problema es que no tiene cura aunque con el adecuado tratamiento pueden desaparecer los síntomas y minimizar el riesgo de contagiar a otras personas. El herpes genital a veces causa dolor y picor y en otras apenas presenta síntomas.
Causas del herpes genital
Virus del herpes simple
El virus que causa el herpes genital es denominado virus del herpes simple y tiene dos tipologías.
– Virus del herpes simple tipo 1. Causa mayoritariamente herpes labial en la boca, pero puede provocar infección genital a través del sexo oral. Normalmente se transmite por contagio cutáneo y no reaparece con frecuencia.
– Virus del herpes simple tipo 2. Es el tipo que habitualmente causa el herpes genital y es muy contagioso. Este virus se contagia mediante relaciones sexuales y con el contacto con la piel.
Las mujeres son más propensas a las infecciones del herpes genital. Es aconsejable el uso del preservativo que ayuda a dificultar el contagio. Lógicamente, las personas que tienen relaciones sexuales con un gran número de personas distintas asumen un mayor riesgo de infección.
Síntomas del herpes genital
Con frecuencia el enfermo no nota nada
Una de las dificultades que presenta el herpes genital es que en la mayoría de los casos no se manifiesta de forma clara y el infectado no sabe que ha adquirido esta enfermedad. Los síntomas, a veces, son inexistentes o leves. Cuando aparecen suelen mostrarse en forma de picor y dolor en la zona de los genitales, enrojecimiento y protuberancias pequeñas, llagas, úlceras y dolor al orinar. También puede provocar dolor de cabeza y dolor muscular.
Pese a que casi siempre los síntomas se detectan en la zona genital, pueden extenderse a otras partes del cuerpo como los muslos o la boca. Además, estos síntomas pueden reaparecer con frecuencia, lo que indica que hay una nueva infección. La única diferencia es que en la mayoría de casos el dolor y el picor son más leves.
Diagnóstico del herpes genital
Análisis necesarios
Para diagnosticar herpes genital, el médico tiene que combinar un examen físico con varios análisis. Si la exploración indica que puede haber infección, se tendrá que realizar un análisis de sangre que medirá la presencia de anticuerpos contra el virus del herpes simple. Si hay anticuerpos significa que ha habido una infección anterior. También hay que hacer un cultivo viral de una muestra de tejidos extraídos de la zona afectada.
Tratamiento y medicación del herpes genital
No hay cura
Esta enfermedad no se cura, pero un tratamiento adecuado permite minimizar los síntomas y evitar que se repita con frecuencia. La administración de medicamentos antivirales pretende hacer desaparecer las llagas y con ello el dolor y el picor. También sirven para controlar la enfermedad y que ésta no vaya a más y para reducir el ritmo de frecuencia con la que aparece de nuevo.
Prevención del herpes genital
Las medidas típicas para evitar las enfermedades de transmisión sexual
Las medidas de prevención del herpes genital son idénticas a las que se aplican en el resto de enfermedades de transmisión sexual. Usar preservativos y evitar las relaciones sexuales (sexo oral, vaginal o anal) mientras hay infección son medidas absolutamente obligatorias. Es muy importante avisar al médico en el caso de estar embarazada porque es muy importante tomar medidas para intentar evitar que se produzca un brote cerca de la fecha prevista para el parto. Una de las medidas consiste en suministrar medicamentos antivirales como precaución. Y si en el momento del parto hay infección es muy probable que el bebé nazca a través de una cesárea.
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