Se trata de un fenómeno que se conoce científicamente como criptorquidia y, según un estudio, es aconsejable tratarlo con cirugía
Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Sydney (Australia) ha concluido que tener los testículos no descendidos durante la infancia, un fenómeno que se conoce científicamente como criptorquidia, está relacionado con un mayor riesgo de cáncer testicular y de infertilidad en la edad adulta.
«Además de un mayor riesgo de cáncer testicular, encontramos que los niños con testículos no descendidos tenían menores tasas de paternidad y mayor uso de tecnologías de reproducción asistida por infertilidad cuando se hacían mayores. El estudio proporciona nueva evidencia de que la cirugía antes de los 18 meses para los niños con testículos no descendidos puede reducir el riesgo de cáncer testicular e infertilidad más adelante en la vida», explica Natasha Nassar, la autora principal del estudio, que ha sido publicado en la revista ‘The Lancet Child & Adolescent Health’.
Este es un estudio de cohortes basado en la población de 350.835 niños nacidos en Australia Occidental entre 1970 y 1999. La cohorte fue seguida hasta 2016 mediante un enlace a los registros de datos de ingresos hospitalarios, defectos congénitos, cáncer y tecnologías de reproducción asistida.
La investigación ha concluido que los niños con testículos no descendidos tenían 2,4 veces más riesgo de cáncer testicular en adultos que los niños no afectados. Además, el riesgo de cáncer testicular aumentó en un 6 por ciento con cada aumento de 6 meses en la edad al momento de la cirugía (orquidopexia)
Por otra parte, los niños con testículos no descendidos tenían una probabilidad 20 por ciento menor de paternidad en la edad adulta en comparación con los niños no afectados, y tenían más del doble de probabilidades de utilizar la tecnología de reproducción asistida para la infertilidad que los adultos.
Según apuntan los responsables del estudio, los testículos no descendidos son el defecto de nacimiento reproductivo más común en los niños pequeños. Uno de cada 100 niños se ve afectado y requerirá cirugía. El cáncer testicular afecta a hombres jóvenes de entre 20 y 40 años, es el segundo cáncer más común en esta población y, aunque es raro, ha aumentado en un 50 por ciento en los últimos 30 años.
Fuente: lasprovincias.es