La Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) es una patología muy prevalente en los hombres a partir de los 50 años. Consiste en el aumento benigno del tamaño prostático a expensas de su zona central o adenoma. Al tratarse de una entidad benigna y no tener ninguna relación con el Cáncer de Próstata no siempre va a requerir un tratamiento.
La Hiperplasia Benigna de Próstata puede cursar asintomática o por el contrario, producir diferentes síntomas, de distinta intensidad así como generar varias complicaciones. Al tratarse de una patología con una clínica tan variable, es imprescindible que sea estudiada de forma adecuada. Los pacientes asintomáticos o con síntomas leves pueden controlarse sin necesidad de añadir ningún tratamiento. En los casos en los que aparecen síntomas moderados o graves se suele iniciar tratamiento médico con fármacos administrados por vía oral. Habitualmente se usan Inhibidores de la 5 alfa-reductasa, alfa-bloqueantes o los dos simultáneamente. La cirugía habitualmente se reservara para aquellos casos que sean resistentes al tratamiento médico. Existen algunas indicaciones directas de cirugía sin valorarse la posibilidad de iniciar un tratamiento médico previamente. Estas indicaciones son:
- Retención de orina reiterada.
- Ureterohidronefrosis bilateral (dilatación ureteral bilateral).
- Litiasis (piedra) en la vejiga.
- Hematuria (sangre en la orina) anemizante.
- Infecciones de orina de repetición.
Todas estas son indicaciones absolutas de cirugía dado que pueden suponer un riesgo importante para el paciente. Cabe destacar la dilatación bilateral de los uréteres secundaria a la obstrucción infravesical ya que a la larga puede generar un daño renal irreversible de los riñones (Insuficiencia Renal).
En conclusión, la Hiperplasia Benigna de Próstata suele ser una entidad benigna pero que debe controlarse y tratarse de forma adecuada para evitar complicaciones potencialmente graves.
Fuente: drgarciacruz.es