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Diagnóstico y tratamiento de la prostatitis en la clínica

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El diagnóstico de la prostatitis se hará en base a la historia clínica, exploración, cultivo fraccionado de orina, cultivo de semen, ecografía, estudio analítico en sangre (PSA elevado en la prostatitis aguda) y biopsia prostática en algunos casos de prostatitis crónica.

Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento consistirá en antibióticos por vía oral o intravenosa, administrados durante varias semanas.

El término prostatitis hace referencia una serie de síntomas caracterizados por trastornos miccionales, sexuales y perineales en mayor o menor medida, dependiendo de la causa, si es infecciosa o no.

La sintomatología es variada pero causa molestias importantes en el paciente. Si no se trata adecuadamente con los antibióticos necesarios y durante un tiempo prolongado, puede cronificarse haciendo más difícil su solución.

La prostatitis por lo regular es causada por una infección bacteriana de la glándula prostática. Cualquier bacteria que pueda causar una infección urinaria puede producir una prostatitis bacteriana aguda.

Algunas enfermedades de transmisión sexual (ETS) pueden causar prostatitis bacteriana.

La prostatitis aguda se debe aliviar por completo con medicamentos y cambios menores en su dieta y comportamiento.

La prostatitis aguda puede reaparecer o convertirse en prostatitis crónica.

Cuáles son los síntomas?

Los distintos procesos infecciosos o inflamatorios del área uretro-próstato-seminal cursan con parecida sintomatología.

Las alteraciones urinarias más frecuentes son: disuria (dificultad para orinar), frecuencia y urgencia o imperiosidad miccional, tanto diurna como nocturna, micción dolorosa e incluso retención aguda de orina.

En otras ocasiones predominan los síntomas sexuales: disminución del deseo, pérdida total o parcial de la erección, eyaculación dolorosa, a veces precoz, hemospermia (sangre con el semen) e infertilidad. Lo más frecuente, junto con los trastornos miccionales, es la presencia de dolor perineal que puede irradiarse hacia el pubis, región lumbosacra, escroto, pene y cara interna de muslos.

De todos los signos clínicos señalados ninguno de ellos es específico de un tipo determinado de afección prostática, excepto la forma aguda de infección de la próstata en la cual la clínica presenta unas características muy bien definidas: fiebre, mal estado general, disuria, dolor perineal espontáneo o con la micción, y en ocasiones retención aguda de orina.

Cuáles son las causas?

Existen diversas teorías sobre las causas que originan la sintomatología de la prostatitis

1. Teoría obstructiva: causada por un estrechamiento de la uretra y del cuello o la pared de la vejiga.

2. Teoría del flujo intraductal: causada porque parte de la orina se filtra hacia el interior de la glándula prostática.

3. Teoría autoinmune: causada por una reacción del sistema inmunitario provocada por las propias bacterias o la orina.

4. Teoría venosa: causada por la alteración del retorno venoso, por ej. por hemorroides o varicocele.

5. Teoría infecciosa: causada por la entrada de gérmenes a la próstata a través de la uretra. También podría producirse por vía sanguínea.

Quién puede padecerlo?

En hombres mayores de 35 años, la E. Coli y otras bacterias comunes típicamente causan prostatitis.

Los hombres de 50 años o más que tienen agrandamiento de la próstata (hiperplasia prostática benigna) presentan un mayor riesgo de sufrir prostatitis.

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