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Cirugía láser de próstata

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La cirugía láser de próstata se utiliza para aliviar los síntomas urinarios moderados a graves provocados por el agrandamiento de la próstata, un trastorno conocido como «hiperplasia prostática benigna».

Durante la cirugía láser de próstata, el médico inserta un visor por la punta del pene en el tubo que lleva la orina desde la vejiga (uretra). La próstata rodea la uretra. Un láser que pasa a través del visor libera energía para contraer o eliminar el exceso de tejido que impide el flujo de orina.

Los láseres usan una luz concentrada para generar calor preciso e intenso. Existen varios tipos diferentes de cirugía láser de próstata, incluidos los siguientes:

Vaporización fotoselectiva de la próstata (VFP). Se utiliza un láser para disolver (vaporizar) el exceso de tejido de la próstata y agrandar el canal urinario.
Ablación de la próstata por láser de holmio. Este procedimiento es similar a la VFP, pero usa un tipo de láser diferente.
Enucleación prostática con láser de holmio. Se utiliza un láser para cortar o extraer el exceso de tejido que bloquea la uretra. Luego, se utiliza otro instrumento para cortar el tejido de la próstata en pequeños pedazos que se extraen fácilmente. La enucleación prostática con láser de holmio puede ser una opción para los hombres con próstata gravemente agrandada.

El tipo de cirugía láser que recomiende tu cirujano dependerá de varios factores, que incluyen los siguientes:

  • El tamaño de tu próstata
  • Tu estado de salud
  • El tipo de equipo láser disponible
  • La capacitación del médico

Por qué se realiza

La cirugía láser de próstata ayuda a reducir los síntomas urinarios causados por la hiperplasia prostática benigna, entre los que se incluyen los siguientes:

  • Necesidad frecuente y urgente de orinar
  • Dificultad para comenzar a orinar
  • Orina lenta (prolongada)
  • Orinar con más frecuencia durante la noche
  • Detenerse y comenzar a orinar nuevamente
  • Sensación de no poder vaciar la vejiga por completo
  • Infecciones de las vías urinarias

La cirugía láser también puede realizarse para tratar o para prevenir complicaciones debido al flujo bloqueado de orina, como las siguientes:

  • Infecciones urinarias recurrentes
  • Lesión en riñones o vejiga
  • Incapacidad para controlar las micciones o incapacidad total para orinar
  • Cálculos en la vejiga
  • Sangre en la orina

La cirugía láser puede ofrecer varias ventajas con respecto a otros métodos de tratamiento de la hiperplasia prostática benigna, como la resección transuretral de la próstata y la prostatectomía abierta. Estas son algunas de las ventajas:

  • Menor riesgo de sangrado. La cirugía láser puede ser una buena opción para los hombres que toman anticoagulantes o que tienen un trastorno hemorrágico que no permite que la sangre coagule normalmente.
  • Ausencia de estancia hospitalaria o una estancia más breve. La cirugía con láser se puede realizar en forma ambulatoria o con una sola noche de estancia hospitalaria.
    Recuperación más rápida. La recuperación de la cirugía con láser suele llevar menos tiempo que la recuperación de una resección transuretral de la próstata o una cirugía abierta.
  • Menor necesidad de una sonda. Los procedimientos para tratar el agrandamiento de la próstata suelen requerir el uso de un tubo (sonda) para drenar la orina de la vejiga después de la cirugía. Con la cirugía con láser, por lo general, la sonda se necesita durante menos de 24 horas.
  • Resultados más inmediatos. Las mejorías en los síntomas urinarios con la cirugía láser se pueden observar inmediatamente. Con los medicamentos, pueden pasar semanas a meses antes de poder observar una mejoría notoria.

Riesgos

Los riesgos de la cirugía láser pueden incluir los siguientes:

  • Dificultad temporal para orinar. Podrías tener problemas para orinar durante algunos días después del procedimiento. Hasta que puedas orinar por tu cuenta, necesitarás tener una sonda (catéter) insertada en el pene para expulsar la orina de la vejiga.
    Infección urinaria. Este tipo de infección es una complicación posible después de cualquier procedimiento de próstata. Cuanto más tiempo tengas colocado el catéter, mayores serán las probabilidades de que se produzca una infección. Es posible que necesites antibióticos para tratar la infección.
  • Estrechamiento (constricción) de la uretra. Es posible que las cicatrices después de la cirugía de próstata bloqueen el flujo de la orina, lo que requiere tratamientos adicionales.
  • Orgasmo seco. Un efecto frecuente y a largo plazo de cualquier tipo de cirugía de la próstata es la liberación de semen dentro la vejiga, en lugar de a través del pene, durante la eyaculación. El orgasmo seco, también conocido como «eyaculación retrógrada», no es doloroso y, generalmente, no afecta el placer sexual. Sin embargo, puede interferir en tu capacidad de engendrar un hijo.
  • Disfunción eréctil. El riesgo de padecer disfunción eréctil después de los tratamientos de próstata es menor y, por lo general, más bajo con la cirugía láser que con la cirugía tradicional.
  • Necesidad de volver a realizar el tratamiento. Algunos hombres necesitan tratamiento de seguimiento después de una cirugía ablativa debido a que no se extirpa todo el tejido o a que puede volver a crecer con el tiempo. Los hombres que se someten a una enucleación prostática con láser de holmio generalmente no necesitan repetir el tratamiento debido a que se extirpa la totalidad de la parte de la próstata que puede bloquear el flujo de orina.
  • Es menos probable que haya complicaciones graves a largo plazo con la cirugía láser de próstata que con la cirugía tradicional.

mayoclinic.org